
La Aspiradora Mágica de Tomi
Tomi pasaba las vacaciones en casa de su abuelo. Un día, mientras exploraba el desván, encontró una aspiradora vieja y polvorienta. "Abuelo, ¿qué es esto?", preguntó Tomi. "Ah, esa es mi vieja 'Tragamigas'", sonrió el abuelo. "Hace mucho que no la uso."
Tomi, curioso, la enchufó. La aspiradora hizo un ruido gracioso: ¡Fiuuuu-PLOM! De repente, Tomi estornudó. Tenía un pequeño resfriado que lo hacía sentir un poco mal. Apuntó la boquilla de la aspiradora hacia su nariz, jugando. ¡Fiuuuu-PLOM! ¡Y de repente se sintió mucho mejor! El picor de nariz había desaparecido.
"¡Qué raro!", pensó Tomi. Más tarde, estaba preocupado por un examen de matemáticas. Se sentía nervioso. Recordó la aspiradora. "¿Funcionará también para las preocupaciones?", se preguntó. Acercó la boquilla a su cabeza, donde sentía el "nudo" de la preocupación. ¡Fiuuuu-PLOM! La sensación de nerviosismo se alivió. ¡Se sentía más tranquilo y capaz de estudiar!
Tomi descubrió que la "Tragamigas" era una aspiradora mágica. No aspiraba polvo, sino pequeños problemas: un mal humor, un pequeño dolor, una preocupación... Durante el resto de las vacaciones, Tomi usó la aspiradora con cuidado. Si su amigo se caía y se raspaba la rodilla, ¡Fiuuuu-PLOM!, y el dolor era menor. Si el abuelo perdía las gafas y se enfadaba un poquito, ¡Fiuuuu-PLOM!, y el abuelo sonreía y las encontraba.
La palabra desván
Tomi aprendió que, aunque la aspiradora ayudaba, también era importante hablar de los problemas y buscar soluciones. Pero tener una "Tragamigas" mágica era, sin duda, ¡muy divertido y útil! Cuando se fueron las vacaciones, Tomi le dio un abrazo al abuelo y una palmadita a la "Tragamigas". Guardaría el secreto de su magia.
Fin.